DIPLOMADO EN AEROMEDICINA Y TRANSPORTE
AEREO DE CUIDADOS CRITICOS
Presenta: LE. Karina Yazmin Guzmán
Quintana
Profesor: Jaime Charfen Hinojosa
Diciembre 2019
EMERGENCIAS NEUROLÓGICAS
Actualmente,
las emergencias neurológicas son conocidas con un alto índice de
morbi-mortalidad y que con frecuencia requieren la intervención de un
especialista. Suelen ser de dificíl diagnóstico y el mal pronóstico avanza con
el reconocimiento tardío del evento.
LESION CEREBRAL
Cuando la
cabeza recibe un golpe de una fuerza externa, puede haber un daño en el cerebro
y en el cráneo. La respuesta inicial al trauma puede variar. La intensidad de
la fuerza externa y la dirección es importante para determinar la seriedad de
la lesión en el cerebro y cráneo.
En el caso de
un golpe frontal, posterior o lateral de la cabeza empuja bruscamente hacia
delante y luego hacia atrás contra la parte interna del cráneo.
No todas las
lesiones cerebrales son derivadas de un trauma, en ocasiones, un cambio en el
flujo sanguíneo dentro del cerebro puede ocasionar el daño. La oclusión de un
vaso sanguíneo o la falta de oxígeno dañan las células cerebrales.
TRAUMA CRANEO ENCEFÁLICO
Puede
clasificarse en tres tipos de lesiones de forma aislada o combinada:
·
Fractura
de cráneo
o
Daño
cerebral difuso
o
Daño
cerebral focal
·
Fractura
de cráneo
o
Fractura
de bóveda craneana
o
Lineal
o
Estrellada
o conminuta
o
Hundida
o deprimida
·
Fractura
de base de cráneo
o
Piso
anterior
o
Piso
medio
o
Piso
posterior
·
Fractura
expuesta (abierta o compleja)
TRAUMA MAXILO FACIAL
Corresponde a
las lesiones que afectan la región facial, determinado por tres áreas:
·
Tercio
superior
·
Tercio
medio del rostro
·
Complejo
témporo-malar
Clasificación de fracturas Le Fort
Grado I: Dibuja
un trazo horizontal, es transversal en la aprte baja del tercio medio facial,
parte de la espina nasal anterior y se dirige hacia la tuberosidad del maxilar
superior bilateralmente pasando por todo el reborde alveolar y paladar,
llegando incluso a la apófisis pterigoides o procesos pterigoideos.
Grado II: Dibuja
un trazo piramidal que parte de la unión fronto-nasal y desciende por la cara
interna de ambas órbitas hacia la porción antral de los maxilares, en forma
oblicua, hasta terminar posteriormente a nivel de la tuberosidad del maxilar
superior de ambos lados, llegando incluso a los procesos pterigoideos.
Grado
III: Disyunción cráneofacial es el trazo más alto del tercio medio facial
y se inicia también a nivel frontonasal, dirigiéndose transversalmente y a
través de ambas órbitas hacia las uniones frontomalares, llegando incluso a los
arcos cigomáticos, produciéndose así la separación o disyunción entre el tercio
medio facial y la base del cráneo; esta fractura es la más seria y compleja,
produce mayor compromiso encéfalocraneano y ocular, y puede cursar con la
sección de uno o ambos nervios ópticos.
DAÑO CEREBRAL DIFUSO
Conmoción
cerebral. Pérdida transitoria y reversible del estado de alerta.
Daño Axonal
Difuso. Entidad en la cual hay sección traumática de axones en la sustancia
blanca de los hemisferios cerebrales, tallo cerbral y cerebelo.
DAÑO CEREBRAL FOCAL
·
Contusión
cerebral
·
Hematoma
intracraneal
o
Hematoma
epidural o extradural. Se localiza entre el hueso y la duramadre.
o
Hematoma
subdural. Se localiza en el espacio subdural.
o
Intracerebral.
Coágulo sólido de sangre dentreo del parénquima cerebral.
·
Hemorragias
o
Hemorragia
subaracnoidea. Presencia de sangrado en el espacio subaracnoideo.
o
Hematoma
intracerebral o parenquimatoso.
DAÑO CEREBRAL DIFUSO
Daño axonal
difuso. Disrupción de pequeñas vías axonales como resulta de una rápida
aceleración y desaceleración craneal.
HIPERTENSIÓN INTRACRANEAL
El Sistema
Nervio Central (SNC) incluye cerebro, médula espinal y la vascularización que
aporta el volumen sanguíneo.
Las
características físicas del SNC exigen la máxima protección posible, por
lo que se encuentran contenidos en una estructura ósea inextensible, e inmersos
en el líquido cefalorraquídeo (LCR). Este constituye un sistema hidrostático
cerrado que mantiene una presión positiva supra-atmosférica. Esta presión es la
que se considera como PIC.
La elevación
critica de la PIC afecta al Flujo Sanguíneo Cerebral (FSC). El FSC es el
responsable del aporte de oxígeno y nutrientes a las células. Se define según
la siguiente fórmula en la que RVC representa la resistencia de los vasos
cerebrales al flujo sanguineo:
PA-PIC FSC =
RVC
El FSC es muy
difícil de medir, y en la práctica clínica se sustituye por la Presión de
Perfusión Cerebral (PPC). La PPC es igual a Presión Arterial Media (PAM) menos
la PIC:
PPC = PAM - PIC
Se pueden
diferenciar tres conjuntos de síntomas y signos:
·
Triada
de inicio: cefalea, vómitos y edema de papila.
Progresión
clínica, con disminución del nivel de conciencia por:
·
Disminución
de la presión de perfusión cerebral y disminución del FSC.
·
Lesión
de la formación reticular del tronco cerebral
Se producen al
desplazarse la masa cerebral por el aumento de PIC. Los signos clínicos serán
diferentes según la herniación sea central o a través del tentorio.
1. Herniación central: Signos de disfunción
neurológica descendentes y progresivos. Con estupor inicial que progresa a
coma, alteraciones en el proceso respiratorio, pupilas inicialmente mióticas
que pasan a ser midriáticas arreactivas al progresar la herniación. Y posturas
de decorticación (rigidez y flexión de los brazos sobre el tórax, puños
cerrados y piernas extendidas), descerebración (extensión rígida de los brazos
con rotación interna y piernas, inclinación de los dedos de los pies hacia
abajo y arqueo hacia atrás de la cabeza) y finalmente flacidez. Aparecen los
signos constitutivos de la triada de Cushing (bradicardia, hipertensión
arterial y alteraciones respiratorias).
2. Herniación uncal (transtentorial).
Afectación del III par (midriasis unilateral al hemisferio cerebral dañado) y
hemiparesia (por lo general contralateral al hemisferio cerebral dañado).
3.
Monitorización PIC
Permite el
diagnóstico de HTIC. Técnica invasiva, con riegos de sangrado e infección; se
debe realizar en una Unidad de Cuidados Intensivos.
Permite la
evaluación de las medidas terapéuticas y el cálculo de la PPC. Cuándo se debe
utilizar es objeto de debate.
Indicaciones
para la medición de PIC en TCE
·
Glasgow
< 8. – TCE con Lesión Encefálica Difusa (LED) I ó II con inestabilidad
hemodinámica, o empeoramiento de la lesión en TAC de control.
·
LED
tipo III, excepto lesiones focales evacuadas.
·
Necesidad
de tratamiento activo de la HTIC.
CONSIDERACIONES EN EL TRANSPORTE AÉREO
Debido a que
los mecanismos de autorregulación cerebral afectan el flujo sanguíneo cerebral,
siempre deben vigilarse estrechamente los niveles de PO2 y PCO2 en el paciente
con lesión cerebral durante el vuelo (la capnografía permite el monitoreo
continuo del PCO2 en el paciente con soporte mecánico ventilatorio).
En altitudes de
cabina de 4,600 metros (15,000 pies) o menores, predominan los efectos de la
hipocarbia y la subsecuente vasoconstricción cerebral.
En niveles
superiores de altitud, predominan los efectos de la hipoxia e incremento del
flujo sanguíneo cerebral.
Está
contraindicado el transporte aéreo de pacientes con fractura reciente de cráneo
o en el postoperatorio inmediato de craneotomía, porque el aire intracraneal
puede sufrir expansión y producir efecto de masa.
La evidencia de
fuga externa de líquido cefalorraquídeo (otorrea) debe incrementar la sospecha
de potencial neumoencéfalo. Usualmente los pacientes con lesión cerebral están
en una posición óptima con la cabeza dirigida hacia la parte trasera durante el
despegue y hacia delante durante el aterrizaje. Estas posiciones reducen el
impacto de las fuerzas de aceleración caudal y favorecen la mayor perfusión
tisular; sin embargo, esto debe ser evaluado contra el riesgo del incremento de
la presión intracraneal.
La relación
entre migraña y la exposición a grandes altitudes no está bien definida. En la
literatura aeroespacial, se sugiere que la exposición a altitudes superiores a
los 2,400 metros (8,000 pies) puede precipitar cefalea en pacientes con
antecedentes de migraña. En estos pacientes, las auras visuales, sensoriales y
motoras típicas se presentan inmediatamente después de la despresurización. Por
el contrario, los pacientes sin antecedentes de migraña desarrollan cefalea
tardía después de la exposición prolongada a grandes altitudes.
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